“Allées et venues”. Gauguin y cuatro siglos de caminos en el arte

Del 16/02/18 al 10/09/18

A lo largo de los siglos los caminos han devenido las arterias por donde fluyen caminantes en el día a día de pueblos y ciudades. Caminos que transmitían aquello que sucedía en cada lugar; comerciantes, feriantes, animales, cazadores, fugitivos, invasores y peregrinos, todos daban forma al itinerario en sí, que iba creciendo hasta el punto de que hoy en día muchos de ellos continúan existiendo y siendo utilizados.

El camino en el arte tiene dos connotaciones principales. Por un lado, es importante reproducirlo como tal, en el sentido en que éste da profundidad a la obra y representa un símbolo muy cercano al pueblo en aquellas épocas. Por otro lado, es una metáfora sobre el recorrido que cada día hacían los artistas para ir a buscar lugares de inspiración. Espacios que les transmitían sensaciones especiales y que les hacían plasmarlas en tela o madera. A la vez también es el largo camino que recorrían los artistas en su evolución pictórica donde, mediante las influencias propias y externas, evolucionaban dejando magníficos ejemplos en sus telas como pasa con Rusiñol, Cabanyes, Chase, Nolde, Sisley, Heckel, Pissarro o la obra de Paul Gauguin que da título a la exposición.

allées et venues (Idas y venidas) son pisadas y más pisadas que se superponen de manera constante a lo largo del tiempo para recordarnos la necesidad de movimiento de la humanidad y en concreto de los artistas; de visitar otros lugares, descubrir e ir más allá, encontrar su lugar en el mundo, algo que los creadores siempre han buscado y muchas veces no han llegado a encontrar nunca.

Idas y venidas es el largo camino hasta la satisfacción personal por el trabajo hecho fruto de un inconformismo constante que convierte al recorrido en más y más largo, dificultando a los artistas la llegada al lugar deseado a lo largo de los siglos.