Hoy presentamos el grupo de cuadros “Acorde” de la muestra SONS. Analogías musicales en la pintura, conformado por Jeanna Maria Charlotta Bauck, Celso Lagar, Ramon Martí i Alsina y Eliseu Meifrèn i Roig.
Un acorde se produce cuando suenan tres o más notas a la vez y se clasifican según los intervalos que los forman. La forma más normal de formar un acuerdo es tomar una nota base, por ejemplo la y añadirle su tercera y quinta nota, que en este caso corresponderían a do y mí, y que sonarían todas a la vez formando un sonido armonioso. Sin embargo, dependiendo de cómo se combinen estos intervalos se formarán diferentes tipos de acordes: los menores, los mayores, los disminuidos o los aumentados.
Los pintores, al igual que los músicos, utilizan varios elementos como las pinceladas, la composición o los colores para que sus cuadros tengan una u otra connotación.
Ven a visitarlos en el Museo Carmen Thyssen Andorra y déjate llevar por la melodía de las olas del mar.
LLUÍS CARTES
MÚSICO Y COMPOSITOR:
“Para la composición de las piezas me he inspirado básicamente en el título que da nombre al blog (Acordes) y en el que me ha transmitido cada pintura en particular. Siempre he intentado usar instrumentos reales para dar a la prenda un granulado orgánico, similar al que tienen los mismos cuadros. Casi siempre, los he mezclado con elementos electrónicos, sampling y sintetizadores.
En “La bailaora”, una tonada andalusí hecha con guitarra clásica, palmas y piano captura el contraste entre la oscuridad del fondo y la luz de la vestimenta de la bailaora.”Las Bulerías” son percutidas con elementos orgánicos como nudillos picando en la mesa, palmas y golpes en la tapa de la guitarra, creando una armonía subjetiva.
En “El baile improvisado”, la música intenta plasmar el folclore de algunas regiones colonizadas por los europeos, con instrumentos étnicos como la Kora y percusiones hechas con las manos.
“Puerto de Honfleur” se convierte en una progresión de acuerdos menores con cuerdas y sampling de voces femeninas, expresando tristeza, incertidumbre y misterio.
“Marina con barcos”, por su parte incorpora efectos sonoros que recrean el sonido de las cuerdas golpeando los palos de los veleros, con una música bucólica de cuerdas pizzicatos y piano.
Los “Veleros” son una metáfora de salida hacia la libertad, con una melodía y armonía optimistas que preparan el viaje hacia lugares extraordinarios.
En la “Playa de Barcelona”, el mar y sus olas están presentes con efectos sonoros durante toda la pieza instrumental, con un piano minimalista y una melodía sencilla que refleja la música de la alta burguesía de la época. Por último, “El baile Musette” evoca la Francia del siglo XVIII con una orquestación tradicional de acordeones, melódicas, contrabajo y percusión.”
