De puertas adentro: Museu Carmen Thyssen Andorra os acerca cada lunes las opiniones de uno de los miembros del equipo del museo, compartiendo así lo que hay dentro del Museu Carmen Thyssen Andorra, más allá de las obras de extraordinaria calidad.
Hoy es el turno de la obra preferida de Charline Bony : “La Eterna Primavera “, 1886, por el artista Auguste Rodin.
Según Charline, este trabajo va más allá de la simple representación, es una lucha constante entre el movimiento y la luz. El artista utiliza la expresividad del cuerpo, lenguaje universal, para sacar a relucir los estados de ánimo de sus sujetos. El pintor deja que las obras finamente esculpidas hablen por sí mismas, lo cual ejecuta con transparencia. Auguste Rodin ilustra lo que en última instancia pertenece a cada uno de nosotros: los sentimientos, que materializa dando movimiento a lo inmóvil y vida a lo inanimado.
“ La Eterna Primavera “, es una obra inspirada en la tumultuosa relación con la artista y escultora Camille Claudel. Frente a esta obra, el espectador no tiene más remedio que dejarse llevar por este círculo de sensualidad, fuerza y pasión. Los dos cuerpos que ahora forman uno se atraen irremediablemente el uno al otro, lo que lleva al beso, que parece suspender la escena en el tiempo.
