En la sala encontraremos textos que conectan a los artistas en 11 grupos distintos, entre influenciador e influenciado, y que ayudan al visitante a comprender las conexiones entre obras muchas veces de distintos periodos.
El ejemplo entre Rousseau, Daubigny y Meifrèn paradigmático, pues la descripción nos ilustra sobre la evolución de la pintura de taller a la del pleinair.
La pintura impresionista, liberael color y la forma y supuso un momento de gran transformación. Representa el nacimiento del arte subjetivo, donde no era el motivo, sino cómo se plasmaba, lo que determinaba el valor del cuadro.
Así pues , artistas como Charles François Daubigny fueron de los primeros en optar por pintar al aire libre, donde el encanto del momento era más apreciable. Enfrentarse directamente al motivo de la obra permitía captar la eternidad de un instante y hacer que el lienzo perdurara en el tiempo. Y tal fue su influencia que toda una generación de pintores, como el propio Théodore Rousseau o Eliseu Meifrèn, desarrollaron la misma técnica, atraídos por el reto que suponía pintar a partir de las percepciones.
Daubigny y Meifrèn, l liberar a luz del sol en el río, en cambio, Rousseau prefiere plasmarlo sobre la llanura de Montmartre, mediante una pincelada horizontal y dorada que ilumina toda la obra. Eliseu Meifrèn conduce la temática de los paisajes naturales que dominaron en el inicio del impresionismo, hacia las zonas urbanas.
Así pues, aunque cada pintor encontró en la pintura al aire libre una fuente de inspiración inagotable, cada uno reprodujo este método con su estilo propio y único.
