Hoy, el director artístico del Museu Carmen Thyssen Andorra, Guillermo Cervera, dedica su discurso no a un creador en concreto, sino a una corriente artística emblemático del arte contemporáneo: el Pop Art. A través de los diferentes artistas que forman parte de la exposición “INFLUENCERS en el arte. De Van Goyen al Pop Art “, y con otros pintores y escultores representativos del movimiento, os dejamos sumergir en el colorido y sorprendente universo de la cultura pop de la segunda mitad del siglo XX.
Nacido en Inglaterra en los años cincuenta gracias al Independent Grup y luego emigrando a los Estados Unidos y principalmente Nueva York, el Pop Art marca una verdadera ruptura en la historia del arte. Más allá de una renovación estética, se trata de un movimiento que lleva una ideología crítica ante la modernidad, la mecanización, la noción de arte académico y el elitismo intelectual que está emergiendo.
El pop Art, como su nombre indica, se basa en la cultura popular e ilustra y promueve el poder de la imagen. Entre la ironía y la crítica, los artistas destacan un nuevo tipo de realismo cercano al mundo impersonal, en referencia a la mecanización y la producción en serie, utilizando objetos y materiales de la cultura de masas desviándolos de su función básica para convertirlos en objetos de contemplación. El Pop Art inventa un simbolismo sencillo, capaz de tocar a cualquiera de nosotros como persona inherente y parte integrante de esta sociedad.
Conocido por su estilo vistoso y llamativo, el movimiento se inspira principalmente en la publicidad y el tema de la industrialización. Sus artistas representan un mundo moderno, un mundo que avanza cada vez más rápido, con un lenguaje particular y directo, teniendo en común la producción de un arte accesible a todos.
Os dejamos pues descubrir Andy Warhol, una figura capital del movimiento, y sus serigrafías, la paleta animada e impactante de David Hockney, el trabajo del “letrismo” del famoso Robert Indiana y las obras contemporáneas de Mister Brainwash.
