Hoy, el director artístico del Museu Carmen Thyssen de Andorra, Guillermo Cervera, dedica su discurso a la gran figura del cubismo, Juan Gris, a través de su obra “Mujer sentada“, 1917, que forma parte de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza.
José Victoriano González, más conocido como Juan Gris, fue un artista madrileño nacido el 23 de marzo de 1887 y fallecido el 11 de mayo de 1927, cuando sólo tenía 40 años. Comenzó sus estudios de ingeniería en Madrid y en 1904, dos años después, partió a París para descubrir la vanguardia. Se integró rápidamente en el ambiente creativo revolucionario parisino y se acercó a sus mayores figuras, como Henri Matisse, Georges Braque y Pablo Picasso.
Testigo privilegiado del nacimiento del movimiento cubista en 1907 tras la creación del manifiesto visual de Pablo Picasso “Les Demoiselles d’Avignon“, Juan Gris comenzó finalmente a pintar en 1910. Este nuevo movimiento, caracterizado por la deconstrucción y la fragmentación en múltiples facetas de la figuración, promueve su complejidad en la frontera entre la figuración y la abstracción.
Juan Gris desarrolla un estilo muy personal. Inicialmente inspirado en el Cubismo Analítico (1908 – 1912) caracterizado por complejos efectos de perspectiva y colores casi inexistentes, el artista se convierte, pero, en uno de los principales representantes del Cubismo Sintético (1912 – 1919). El pintor español dio nuevas bases teóricas al movimiento actualizando los colores y utilizando la técnica del collage.
Llamado a menudo “el segundo español del cubismo”, Juan Gris se define, sin embargo, por su arte intuitivo, sensible e inteligente, que varios artistas, como Salvador Dalí, alabaron e incluso calificaron de más sofisticado y profundo que las obras del gran Picasso.
